jueves, 2 de febrero de 2012

Ecos del Cine Colón

Ufff, quién no recuerda alguna vez el Cine Colón. En esta Guía de Lugares Gay de Lima Perú recordamos ese local ahora cerrado no sé por cuanto tiempo. Al inicio de la década pasada fue un reverendo antro de sexo y perdición. Cuantas veces habré ido a galería (tercer piso) y visto cuanto deseo irrefrenable había. Jóvenes, muy maduros, hombres de saco y corbata, adolecentes, loquitas, drogadictos, de todo como en botica, aunque las mujeres brillaban por su ausencia. Todos esperaban en los baños para empezar su recorrido por las butacas enmohecidas y malolientes. Parados al final de los asientos, al fondo donde la oscuridad era profunda y negra, donde para poder ver tenías que esperar 5 minutos a que tus ojos se habituaran a la negrura de la sala y tu mente 15 min para poder digerir las cosas que tus ojos veían, ahí estaba la verdadera acción que tus más alocados sueños podían producir. Escuché ahí por primera vez la palabra "servicio" dicho como broma por los parroquianos más desenfadados y al final como norma por las travestis. Todos, loquitas y no loquitas tenían sexo o miraban tenerlo en las butacas. El sexo oral era el rey del cine y los preservativos no eran muy comunes, lamentablemente. Me supongo que muchos se contagiaron de diferentes enfermedades venereas, y ni que decir del SIDA. Pero el mejor (o peor) expectaculo era en el del fondo de las butacas. Vi cosas que nunca pensé verlas y hasta ahora no las he visto. Ancianos teniendo sexo usando para ello algún artilugio donde colocaban su miembro, hombres de presencia muy respetuosa que llevaban una mochila donde se quitaban la corbata y lo reemplazaban con alguna prenda femenina para luego quedar sentados ya realizados y gozar de su sola transformación en la oscuridad. Sexo con la ropa puesta y personas caminando desnudos por todas las butacas. Ahí se realizaban todos como lo que querían ser en lo más profundo de su ser. Los baños eran otra historia. Sólo habían dos y ambos siempre ocupados teniendo sexo de a tres. Había siempre un grupito que conversaba en la entrada de los baños como haciendo guardia y turnando los "servicios higiénicos" que de higiénicos no tenían nada. Recuerdo que para entrar al cine había que pagar 4 soles y subir una escalera inmensa y estrecha. Se me hacía larga subirla y la ansiedad se apoderaba de mí al saber lo vendría pronto. Y es que joven yo, con ganas de satisfacer mis ímpetus voyeristas de todo lo que podía ver me aventuraba a esos lugares, hacía amigos con ellos y hasta participé en alguna que otra sesión, siempre cuidándome, cosa no muy común. La real acción siempre era ahí. Supe que también en platea (donde la entrada costaba 5.50) había algo pero lo más morboso estaba donde caen todos lo que por poco piden más. Ahora, sólo me he encontrado con uno de los tantos que conocí y me cuenta que varios murieron en nombre del sexo al paso y la realización de sus más caros (y al final les salieron caros) gustos sexuales. Ahora el cine ya tiene como más de 5 años cerrado y me imaguino que las personas lo ven tan hermoso por fuera, monumento arquitectónico y lugar histórico para los limeños no saben el temblor que había adentro y que la estructura clásica romántica del cine envolvía un submundo de sexo, arrechura y pasiones y los límites se cruzaban a diario todo por el gusto al placer sin medir, tan sólo placer por el puro gusto del placer, hedonismo puro y churrigeresco.
Pero, aún, gracias a esta Guía de Lugares Gay de Lima Perú , vívidos en mi mente están los espacios negruscos donde los parroquianos iban a satisfacer sus necesidades esperando que este espacio ocultara, como bien lo hizo por mucho tiempo, sus deseos y anhelos más bizarros que en bombre de líbido gay se podía tener.

1 comentario:

  1. Al igual que este vinieron muchísimos en la década del los 90 e inicios del 2000 , que al tener poca clientela optaron por volverse pleno , en su mayoría los asistentes eran caletas y con vidas hetero en Magdalena hubo uno llamado Broadway que estaba en plena av Brasil , uffffff que épocas y qué patas había de todo , qué rico la pase, gente muy linda , ahora es un edificio de departamentos

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