viernes, 23 de enero de 2015

Como se conseguia un contacto y no se moría en el intento (siglo XX)

Para los que rozan los 40 abriles o que fingen que aún los tienen, en esta Guia de lugares gay de Lima - Perú, recordamos o, está bien, recuerdo cómo se conseguía puntos en los ochentas, antes de los chats y facebook, sin computadora
y aún  el internet era el sueño de algún nerd sin vida sexual y seguro más onanista que yo (que Dios lo bendiga). Recuerdo el viejo periódico DeSegundamano, de color amarillo, donde en los anuncios de sentimentales se ponían unos avisos como para quedar en algún lugar de Lima (por lo general en el centro). Las personas quedaban llamandose a los fijos - olvídate del celular, estamos aun en la prehistoria gadgetera - y era de una vergûenza única quedar con un perfecto desconocido en esos tiempos de represión. Lo más interesante fue que habían anuncios de patas desde el extranjero y muchos amigos míos gastaban sus propinas en enviar cartas (no emails, por favor, contextualísense) manuscritas con fotos y algún recuerdo o souvenir del Perú. Unos pocos la hicieron y ahora están en el extranjero. Otra forma de hacer "punto" era el denominado cruce telefonico. El problema era hallar un número que nadie contestara y tener un oido muy fino para diferenciar entre todas las voces, aquella que quisiera hacer algo entre hombres por que la mayoría eran voces de héteros, pero al final algo se encontraba.No puedo olvidar de las galerias Boza, en especial en la parte final donde había un puesto de recuerdos con unas tazas en forma de pene o vaginas, bromas sexuales y otras pastillas de dudosa calidad y beneficio. Uno se paraba mirando la vitrina como interesado por algún producto que nunca compraría y listo había otro ahí también buscándote. Ahí si que conocí a mucha gente al igual que en los portales de la Plaza San Martín o caminando por el Centro de Lima, pero eran en los ochentas, los escaparates de las Galerías Boza donde fijo hallabas lo que querías con esa mirada de ojo de .... para descubrir al futuro punto o quizá pareja. Con el tiempo, el internet dejó atrás a los periódicos y las miradas furtivas de cualquier lugar o zona estratégica. Cuando empezaron a alquilar cabinas recuerdo que costaba 4,50 soles la hora, era caro y habían poquísimas cabinas, los chats todavía no se habian creado y sólo te comunicaban con tu futuro agarre por email por Netscape. Había algo de romántico en esperar el correo certificado (y para las más misias correo simple) de tu punto extranjero y esperar que venga a Lima y por fin puedas conocer algo más que la Av Abancay. Esta Guia de lugares gay de Lima - Perú se está poniendo muy venenosa.