sábado, 19 de abril de 2014

La segunda playa gay de Lima. Una noche no tan Virgen de Cerro

Gracias por leer este humilde blog de Guia de los lugares de gay de Lima- Perú y disculpen no haberlo actualizado pero he estado algo ocupado, sin embargo, pensando en este fin, quise visitar esta vez la segunda playa gay de Lima.
Bueno, por qué la segunda. Hasta lo que yo recuerdo, la primera fue la playa Las Cascadas por Salvataje en la bajada de Almendariz allá en los 90. Ahí veía a muchos disfrutando del sol y de algunos partidos de voley al costado de un establecimiento de salvavidas de la PN (cuan distintiva sigla de nuestra Policia Nacional). Pero eso es historia y ya hablaremos de ello en otro post.
Esta semana santa pensaba ir de campamento al campo y como nadie se animó supuse que me quedaría recorriendo las siete discotecas de Lima, sin embargo, un mensaje de whatsapp me informó que un amigo quería ir a Cerro La Virgen y yo, con la curiosidad que me caracteriza, ni corto ni perezoso, a pesar de que sólo veo a este pata alguno que otro jueves al año, me animé a ir y de paso conocer dicha mentada playa.
Cogí mi carpa y cargué lo más que pude mi celular para poder disfrutar de un lugar del cual había escuchado mucho pero nunca experimentado y con muchas ilusiones cogimos el bus que nos llevaría ( a las 9 pm ) allá.
Mala fecha ir en otoño cuando hace frio y el mar está helado y peor de noche pero en fin, todo forma parte de la experiencia y de la aventura me dije y olvidé que no habia llevado ni zapatillas ni buso y sólo una casaca para abrigarme de la baja temperatura del lugar.
Llegamos y estaba lleno de carpas de todos los colores y de fondo música de todo tipo misma discoteca con luces, un par de drag queen y un locutor que coreaba a viva voz el nombre de su emisora por internet. Fue difícil encontrar a los amigos de mi amigo pero cuando lo hicimos por fin pudimos sacar el licor para poder calentarnos ante la inclemencia de la temperatura y sí, unos tragos y el frío fue cosa del pasado.
Ahí estaba tratando de conocer a gente desconocida para mi mientras el trago se acababa con mayor velocidad y pasaba del ron a la cerveza o al whisky o a un brebaje que compraron que sabía a ron de quemar con Perú Kola lo cual apenas lo probé pero, como todo se vale para empilarse me dije, igual seguimos.
La disco estaba llena y la gente rompía al bailar con Corazón Serrano. Una cosa que me impresionó fue ver la gran cantidad de lesbianas que asistieron a esa playa. Yo nunca vi tantas y casi había una paridad entre gays y lesbianas en la disco. Mis amigos seguían tomando y yo me puse a caminar a eso de las 2 am por la playa para ver cuán verdad era su reputada fama y al final sólo pensé que habría que quitarle la primera y la última sílaba a la palabra "reputada" para poder describirla mejor.
No es que sea un puritano y un cucufato, inclusive soy de mente muy abierta y he tratado de experimentar todo lo que el ambiente gay ofrece, sin embargo había cosas que no me parecieron.
Es verdad que ante un clima de bandera multicolor que había en la playa, la gente se abría cual flor disfrutando de ser gay sin tener que ser señalado ni burlado. porque hasta yo me sentí más libre de lo normal y respiraba a todas mis anchas el ser gay ante el cielo nublado, la rudeza del mar y de la noche cerrovirgeniana del lugar donde estábamos y cuidarse, no parecía que era importante.
Obviamente no lo digo por todos pero si vi mucha gente que no le importaba, en lo más mínimo, su seguridad personal y hasta inclusive, el amigo que me trajo terminó asaltado, con la nariz rota y yo prestándole el pasaje de retorno.
Y es que el consumo de alcohol es agradable para abrir conversación y desinhibirse ante un grupo de gente que no conoces, pero el exceso te nubla y perturba el juício y a eso no llego y sí los patas con quien fui y mucha gente que iba por ahí.
Mientras mis compañeros ya iban por la octava botella de ron, so pretexto de querer bailar (ya no quería tomar más) salí a caminar a un lugar que me habían informado los playeros asiduos a este lugar, una cueva donde todo está permiitido.
Bueno, sólo salí de la zona de camping, pasé por la línea (una línea de baños y duchas) que divide la playa de los cerros (que son de roca filosa) y caminé por el costado de estos para darme cuenta de la libertad de nuestro libre albedrío.
Y es que los patas tienen sexo sin remordimiento entre la playa y los cerros. Desnudos y sin importarle el frio, grupos de hombres disfrutaban cómo se penetranban entre ellos teniendo como única pared la nada y de techo el oscuro cielo limeño.
Vi mucha gente caminando y tambaleándose por doquier, obviamente el trago habría surtido efecto y ahora buscaban algo de pasión nocturna mientras caminaban por las faldas de los cerros sin importarles si eran vistos o no. Pensé en el cruising de otros países y me dije: bueno aquí también tenemos nuestra versión chicha de "cruising" así que me acerqué a uno de esos grupos y vi que lo hacian a pelo, osea sin condón. Los patas estaban bien borrachos pero igual disfrutaban del sexo no importando que hubiera un grupito observándolos, todos ya desnudos, esperando el turno sin haber sacado ticket y ni hacer cola.
Hasta un vigilante que vi cuidando una caseta le estaban dando un servicio completo de limpieza bucal y como sí nada.
En fin, seguí con mi camino y fui a ver la dichosa cueva donde para entrar hay que doblarse en dos sino te golpeas (y vi a varios golpearse) la cabeza. Si bien había tomado y estaba picado pero la curiosidad me llamó la atención y lo primero que vi, o olí, fue el fétido olor a heces que se percibía en dicha cueva. Obviamente no les importaba a los parroquianos que estaban adentro sino que se sacaban la ropa y tenían sexo en plena oscuridad pisando latas de cerveza, condones usados, piedras filosas y con cuidado en no golpearse con el reducido espacio de esa cuevita.
Vi a uno caerse estrepitosamente y levantarse con marcas de sangre en la espalda habíendo perdido su short mientras trataba de ayudarlo el que estuvo de turno con él.
Después de ello quería saber cuán fácil es entrar a una carpa de un desconocido así que dejé de no mirar a nadie y miré a uno para ver que me decía y así de fácil obtuve una invitación para entrar a una carpa. Entré y comenzó a besarme el cuerpo. Me dije que no lo haría y mi treta fue decirle que en carpas no lo hago por lo incómodo y sucio que es pero que sí quería podíamos quedar para reunirnos en Lima, me pidió mi número de celular y le di otro número diferente al mío.
Nuevamente digo, no soy cucufato, he visto cosas como las que vi en el cine Colón y si alguna vez participé me quedaron de experiencia pero me di cuenta que para tener sexo en esa cueva o cerca de ahí debes estar bien borracho para no medir consecuencias.
Regresé en la mañana y la luz me enseñó todavía más. y es que la gente seguía en sus asuntos, las carpas se movian ritmicamente y sin música más que los jadeos pertinente de gozo alcanzado y las personas apenas si podían caminar golpeándose entre carpa y carpa para llegar a su destino. Me desperté a las 6 am (dormí sólo tres incómodas horas) y mis amigos aún seguían tomando y al ver que yo ya no quería tomar, se fueron con otros amigos mientras me pidieron que cuidara las carpas por que hay "choros que las cortan para robar las mochilas". Las cuidé esperando que no hubiera alguno de esos patas mientras mis amigos seguian tomando. Había un frio terrible porque la neblina caía con fuerza homofóbica en la playa, sin embargo ahí estábamos despiertos o dormidos o jadeando o tomando o etc nosotros los gays en esta playa que la habíamos conquistado, por lo menos en estos días de semana "non" santa.
En la mañana cuando apenas salía el sol, la gente resucitaba de la nochecita e iban a bañarse o a tomar su desayuno, que mi grupo lo interpretó como cerveza con más cerveza. Añoraba mi café con pan pero comí galletas que compré con algo de gaseosa que sobró de la alquimia que se hizo con el ron, el whisky y ese ron de quemar que quedaba.
El sol salió (y se escondía) inopinadamente y de repente estaba llena y a pleno fulgor de voleybolistas y gente luciendo zungas, shorts y bermudas, fue escaso ver un bikini (no creo haber visto ni siquiera a las lesbianas usarlo)
Cansado de la falta de sueño y porque mi compañero no dejaba de llenar mi carpa con arena, decidí terminar mi aventura, levantar la carpa y tomar las últimas fotos para el recuerdo acompañado de mi amigo a quien tenía que apoyarlo por haber perdido su billetera y con una herida en la nariz.
Fui a dar una última visita a la cuevita y por fin, con la luz del día. vi el short que el pata había perdido, estaba sucio y con manchas así que lo dejé ahí y me retiré a mi casa a tomar el bus que me dejó en el Centro de Lima lleno de una experiencia que no sé si vuelva a experimentar pero que por lo menos la viví para satisfacción de mi curiosidad.
En este post de GUÍA DE LUGARES GAY DE LIMA-PERÚ he querido no mostrarme como un santurrón ni nada por el estilo, no seré yo quien levante la primera piedra cuando debería de estar cubierto por ellas. La libertad de hacer lo que uno desee es fundamental cuando no atente contra la libertad de otros pero también cuando no atente contra tu propia seguridad. He tenido muchos amigos que han partido por enfermedades y no quisiera saber que lo que vi fue el inicio de otros miembros de esa terrible estadística que azota a nuestra comunidad.
No sé si he escrito de más o quizá me falte, si así fuera, queda la adenda para poder informar más. Hasta la próxima.

9 comentarios:

  1. Muy buen blog, te felicito.

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  2. muy buena referencia, te felicito y además uno siempre se enriquece de experiencias ajenas

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  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  5. Estimado Gustavo. Debes tener a algún detractor que usa tu nombre para perjudicarte diciendo algo que dices que no eres, algo le habrás hecho. Con gusto borro tu comentario y buenas tardes.

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  6. Hola soy de México y estaré en febrero en Perú me basare en tu blog para conocer lugares.

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  7. Hola soy de México y estaré en febrero en Perú me basare en tu blog para conocer lugares.

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  8. Pero como te atraía el fétido olor de la cueva... Ah no es para crear contenido a tu, hipocritón blog.

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  9. Buen dato, yo estuve x Cuba x el malecón , halli follé mucho pero eran chavales adolecentes. Q se venden, sólo con un amigo cubano q me trajo en una playa amigos y chavitos q cogimos x la noche y eran gays y les gustaba coger con adultos.

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